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Los investigadores han considerado el atún como su fuente de inspiración para desarrollar sistemas de propulsión más eficientes.

Reproducir el movimiento de animales para desarrollar tecnologías humanas no siempre es una estrategia exitosa. Una nueva generación de drones submarinos está presionando a los ingenieros para que reevalúen las capacidades de movilidad y maniobra. Y eso los ha llevado a aprender de algunas de las criaturas del mar. El atún, capaz de alcanzar una velocidad máxima de hasta 68 mph, es uno de los nadadores más fuertes y rápidos. Y la fuente de inspiración para un prototipo de tecnología llamado Tunabot.

Este innovador proyecto tecnológico, se ha llevado a cabo utilizando impresoras 3D. El modelo de prueba, que mide diez pulgadas de largo, tiene una piel suave que cubre la parte trasera y una carcasa dura para la mitad delantera. El motor interno que mueve la cola dota al prototipo de una velocidad similar a su contraparte natural, es decir, por veces su cuerpo por segundo. La primera versión del Tunabot incluye una batería que le permite cubrir hasta 9 km. Este sería un ejemplo de biomimética, la disciplina que busca inspiración en la naturaleza para desarrollar nuevas tecnologías.

Actualmente, este proyecto de nueva tecnología no tiene aplicaciones prácticas. El objetivo es principalmente establecer las bases para el desarrollo de nuevas máquinas para explorar ecosistemas marinos e inspeccionar infraestructuras u ofrecer usos recreativos. Por lo tanto, más que construir un robot submarino, el primer objetivo del equipo era comprender cómo se mueven los peces en el agua, especialmente especies como el atún. 

Fuente: https://www.imnovation-hub.com/science-and-technology/tunabot-robot-learns-fastest-swimmers/