En tiempos de pandemia, en lugar de detenerse, es el momento de actuar. Al tomar medidas, creamos resultados, y los resultados son de lo que aprendemos para informar las decisiones, corregir el curso y tomar mejores medidas en el nuevo futuro.
Es un enfoque contraintuitivo, porque la naturaleza de la incertidumbre significa que en realidad no sabemos qué hacer. Pero, paradójicamente, la única forma de obtener la información que necesitamos es a través de la acción: adivinando, empezando de a poco y aprendiendo a través del caos.
Podemos relacionar esto con alguien que sueña, pero nunca comienza, un negocio. Las ideas de negocios “sorprendentes” son simplemente modelos, y todos los modelos son tan precisos como los supuestos que utiliza para desarrollarlos. La única forma de obtener los datos que necesita es tomar medidas (probar y validar (o invalidar) esos supuestos) y aprender qué es realmente un hecho o una ficción.
Detener, por otro lado, significa que no estás aprendiendo, no estás innovando. Estás estancado y, por lo tanto, creas aún más incertidumbre, incluso miedo. Comenzar con poco te permite aprender rápidamente qué funciona y qué no, al hacer que sea seguro fallar. Así que deja de detenerte y comienza a aprender lo que funcionará (o no) para ti.
Como menciona siempre Javier Joaquín López Casarín, una de las cosas más importantes para salir de una crisis es la innovación.